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Escuchando los susurros del cuerpo

08.08.2014 11:38

Whispers of your body

Como  los susurradores de caballos, debemos convertirnos en expertos de los susurros de nuestro cuerpo. Pero, cómo se hace esto? preguntará el lector ahora. 
 
El aprender a escuchar el cuerpo que habla, el cuerpo que alerta y el cuerpo que muestra con signos visibles, lo que sucede en el interior, es lo que nos permitirá adoptar una aptitud preventiva que nos ayudará a evitar enfermedades más graves.
 
El cuerpo muestra una gran cantidad de síntomas como señal de alarma. Por ejemplo: dolor de cabeza, dolor de espalda, dificultades para respirar, insomnios, adormecimiento de las manos o las piernas, caida del cabello, presión alta, taquicardias, manchas en la piel, cansancio general, sinusitis, resfriados continuos, pieles atópicas, son entre las más comunes por las cuales se suele acudir a la consulta medica.
 
Pero ¿es realmente la solución un par de exámenes, un conjunto de medicamentos que calman temporalmente la dolencia?. Al cabo de unos días, usted se sentirá igual y posiblemente con otros nuevos problemas.
 
Ante esto, tome unos minutos y evalue qué ha sucedido en su interior o a su alrededor fuera de lo normal que puede estar afectando su cuerpo y activando su estado de alerta. Seguramente encontrará una serie de razones muy alejadas al malestar en sí, que su cuerpo susurra y pide su atención. Tenemos el caso de un paciente, que comenzó a tener dolores de baja espalda y luego de varias consultas médicas le diagnósticaron problemas del nervio ciático. Nunca antes había tenido problemas similares, para lo cual comenzó a llenarse de antiflamatorios y pastillas para el dolor. Luego de sentarse a mirar en intenet, todos los sistemas corporales ligados a este dolor de baja espalda, pudo unir cabos y llegar a la raíz de su problema. Tenía tres meses consumiendo comidas muy picantes, cada día y hasta dos veces al día. Esto produjo una sensibilidad especial en su sistema digestivo que activó las alarmas. Posiblemente antes de este dolor, había sentido algunos susurros menores, pero no prestó atención. Finalmente el cuerpo dijo, no más susurros!. 
 
Este paciente ha logrado llegar a la raiz de su problema y mejorar considerablemente. ¿Cuántos de nosotros podemos llegar a descubrirlo? En muchos casos nunca nos enteramos qué produjo el mal.
 

 
En pacientes con  malestar en algún brazo, hemos detectado afecciones profundas ligadas a problemas psíquicos familiares y sociales. (Trabajando el punto 43V (punto del centro vital), punto 10IG (Tres vías), 11IG(Curva del estanque), 
14IG y 15 IG(como parte del canal energético), se logra mejorar el dolor.