Cada día la lista es interminable de medicamentos que son recetados para combatir problemas de ansiedad, depresión, insomnio, taquicardias. Pero, ¿es esta la mejor manera de enfrentar los problemas diarios que suponen la crisis actual?.
Lo interesante es que muchos saben que consumir pildoras no es la solución. De hecho están claros que a la larga, conlleva a generar otras patologias que resultan peores que la inicial.
El cuerpo habla y los músculos gritan!
Ante una situación que se escapa de nuestras manos, el cuerpo activa sus mecanismos de alerta para indicarnos que está llegando a los límites. Es en este momento, cuando comenzamos inicialmente con pequeños dolores de cabeza, dolor en puntos específicos del cuerpo, que casi siempre, luego de tomar un analgésico que los calma momentáneamente, en un par de dias el dolor regresa, pero con una intensidad mayor y propagado a otras zonas del cuerpo que son más sensibles y molestas. Aquí ponemos el ejemplo del dolor en un brazo, en el hombro, o la molestía en una mano. Cuando evaluamos de cerca el problema, encontramos que la fuente inicial está al otro lado del cuerpo, que normalmente ni duele y por general, resulta un punto energético bloqueado con una contractura muscular.
Por esto, antes de tomar las pildoras, deténgase y haga estas preguntas :
¿Cuándo comenzó este dolor?, ¿Qué ha pasado en mi vida en estos días?, ¿He realizado algo fuera de su rutina normal?, ¿He dormido bien?,¿He cambiado su rutina alimentaria o ha pasado por alto comidas?. Verá que al pensar detenidamente las respuestas, le llevarán a encontrar la raíz de su molestia y buscar la vía de solucionarla.
El mejor remedio para la crisis es : 1) Estar consciente del problema que tiene y su situación 2) Compartirlo con alguien cercano a usted y de confianza y 3) Mirar todas las opciones posibles de solución y cuáles pueden ser viables para usted. No se aisle, porque es muy dañino, no busque olvidar o sentir menos la situación, porque esto no soluciona el problema, a veces lo agrava. Busque las vías más saludables, para sentirse mejor. Un automasaje, puede ser una opción si no es posible acudir a un masajista profesional. Y sobre todo, tome el momento para meditar, sentarse, cerrar los ojos y sentir su cuerpo, su respiración y dejar su mente relajarse. Porque en medio de una crisis, la mente siempre juega en nuestra contra. Controlar sus pensamientos, sus palabras y sus acciones, es lo que le ayudará a enfrentar el momento que esté viviendo.
María Chang